domingo, 1 de junio de 2014

Crónica: Loquillo. Sábado 31/5/´14. Aranjuez.

El pasado sábado aterrizó en Aranjuez la gira presentación de “El Creyente”, nuevo disco en directo de Loquillo a un mes de su publicación. Una actuación totalmente gratuita en la amplísima Plaza de San Antonio de la localidad madrileña. Lujo ibérico, pues su anterior actuación en La Riviera acabó con un sold-out por el que muchos no pudieron comprobar unos días atrás la solidez de su nueva propuesta.

A pesar de los constantes fallos de backline, el loco no necesitó de abuela, y a sus cincuenta y tres años demostró –como siempre- estar en gran forma y, exactamente como él mismo dice “viviendo, no una segunda juventud, sino una primera madurez”.


Concierto eminentemente centrado en sus últimos trabajos y en sus temas mas populares, el loco abrió con el tema homónimo y de referencia para su gira y disco, seguido de “Línea clara”, “Memoria de jóvenes airados” y “La nave de los locos”. Imprescindible hacer referencia a la cohesión de la banda y a su admirable rango de edades. Tanto Jaime Stinus –guitarra y director artístico del proyecto- que sigue marcando pautas dentro del rock español como Igor Pascual –de muchos ya conocido por su anterior banda- “Babylon Chat” ofrecieron grandes momentos de actitud rockera a las alrededor de mil personas que allí disfrutamos del show.


Por delante clásicos como su actual versión cuasi-ranchera de “Voy de negro”, la favorita “El rompeolas” –impresionante la cantidad de niños y niñas coreándola- o “El ritmo del garaje” con la que cerró la primera parte del espectáculo, terminando este al compás de “Rock and roll actitud” o la cover del clásico de Burning “Que hace una chica como tú en un sitio como este” entre mas clásicos que a buen seguro hubieran entrado perfectamente en la grabación oficial.

Hora y media de genuino rock n roll entre litros y porros, que a buen seguro no hizo mucha gracia ni a los chiringos circundantes ni a las autoridades pertinentes pero que sirvió para que la redacción de Vinylola en pleno olvidara por un momento esos pequeños traspiés del señor Sánz con los poderes fácticos, esos que nos hicieron vender sus viejos vinilos en el segundamano y disfrutar de la música gratis, al aire libre, y sin puertas ni controles. Que hoy no es moco de pavo.







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